Tseng llega a la Sede de turco tras haber sido llamado por Verdot, y se le dice que hay que ir a la Costa del Sol y traer al hombre hombre que fue puesto bajo arresto domiciliario allí. Tseng se confunde por las circunstancias, sabiendo que el hombre había sido enviado allí por sus acciones en un incidente hace dos años, y se pregunta si sería una buena idea permitir que regresara, ya que él todavía está en libertad condicional. Verdot explica que, debido al aumento de la actividad de las organizaciones anti-Shinra, es importante que estén bien preparados y que los turcos necesitan el poder de ese hombre. Él le dice a Tseng que su tarea es convencer al hombre por todos los medios necesarios para su reincorporación al servicio. Tseng es muy reticente, pero dice que él hará lo que el jefe pide.
Al llegar a Costa del Sol, Tseng va a la casa donde se supone que el hombre está. Al descubrir que no estaba allí, comienza a buscar en la ciudad. Llegando a la plaza del pueblo, se encuentra con dos hermanas jóvenes llamado Juli y Rosa y le muestran una imagen del hombre, preguntando si saben de él. Se ríen y dicen que sí, que lo habían visto antes con Jesse y Katherine el día anterior. Dicen que él es un hombre encantador y es amigo de todos.
Preguntan Tseng si es un amigo del hombre. Tseng responde fuertemente a esto, pero las pregunta si saben dónde se encuentra ahora. Ellas apuntan en la dirección de la playa y él les da las gracias. Las dos hermanas se alejan hacia el Bar del Sol a discutir sobre cuál de ellas está cerca de ir a una cita con el hombre. A Tseng le molesta que el hombre haya estado divirtiéndose.
Tseng sigue su información y pronto se encuentra el hombre que está buscando a pie en la playa, vestido con un traje negro, fumando un cigarro mientras mira hacia el mar. Poco a poco se acerca al hombre por detrás, pero el hombre se ríe de sí mismo y, sin volverse, dice a Tseng que al acercarse el enemigo, él debe aprender a silenviar sus pasos. Tseng queda aturdido, pues él creía habíer permanecido en silencio.
El hombre dice que no le han visto desde su última misión en 1999. Tseng responde que él ha venido por una razón diferente, provocando la risa al hombre. Él explica que ha venido porque Verdot necesitaba de su fuerza y se ha solicitado reunirse con los turcos. El hombre le pregunta a Tseng, que si cree que tras pasar un tiempo en un lugar tan hermoso, con el sol y las mujeres alegres, que quiera regresar a Midgar. Él dice que no puede ser tan fuerte como solía ser, que no ha sido la formación de la similar que Tseng, y decide que va a luchar para poner a prueba sus habilidades.
El duelo de los dos; Tseng con su pistola se defiende mientras el hombre le arroja bombas, moviendose rápidamente para evitar las explosiones. Tseng intenta aprender el patrón de los ataques del hombre, con la esperanza que tenga una oportunidad de ganar. El hombre se burla de su objetivo en su lucha, Tseng nota como ha mejorado él mismo, pero el hombre sigue siendo demasiado rápido y potente. Arrogante, mientras esquiva balas de Tseng, le dice que es penooso en el campo de batalla. No para aprovecharse de las oportunidades para matar a los enemigos. Al final, acaban descansando. El se ríe de como Tseng continúa aspirando a él, y dice que es exactamente igual que la primera vez que se conocieron.Tseng empieza a recordar los acontecimientos de ese día.
(Por terminar ¬¬)